miércoles, 19 de febrero de 2025

ERA ÉL

         Alma estaba radiante. Sus ojos, tantas veces opacados por las lágrimas. eran el más fiel reflejo de su felicidad. Mi corazón se estrujaba al pensar en la tristeza que mi confesión le provocaría , pero no podía postergarlo más. No era justo.

      Conocí a Alma seis meses atrás, en la unidad de trasplantes del hospital , donde firmaba la autorización para disponer de los órganos  de su esposo, fallecido en un accidente de transito. Ojos, hígado, riñones, incluso  los pulmones habían quedado intactos, pero no su corazón. Estalló como una bomba de tiempo mal ajustada. El auto se movió suavemente, sin golpear a nadie más, hasta detenerse solo. Un milagro.

      No quería perder el duende de su sonrisa, pero la culpa me estaba matando. 

Ese día en el hospital, su voz firme y serena me impresionó. Mis ojos, casi inútiles desde la cuna, esperaban el milagro de un doble trasplante , que llegó de la mano con su viudez.

     - Sé que tienes sus ojos- me dijo sin perder la sonrisa-pero no eres él. Y no me enamoré de ti por eso, ni siento que él me mire. Son sus ojos, pero no es mirada.  Esos ojos no me miran con rencor, no me maltratan.

     Incapaz de disimular mi sorpresa, solo atiné a besarla con ternura.

-Fue un doble milagro , cariño.  O triple. Porque yo iba a morir ese día y en realidad volví a nacer. El café envenenado era para mí, no soportaba más el maltrato y no sabía como salir. Nadie me creía. Para los demás era un hombre ejemplar. Él nunca tomaba café, pero ese día me quitó el mío de las manos y me tiró al piso. Le dije que no lo tomara. Pero como él era quién mandaba. Era él.


domingo, 9 de febrero de 2025

Aprendiendo el oficio 2 -Aprender de los maestros

         Una de las cosas que siempre enseñan en los cursos de cualquier disciplina es aprender de lo que otros hicieron antes. Yo no podría escribir teatro ya que no soy un habitual consumidor de dicho arte. Para hacer cine deberías ver muchas películas de diferentes géneros. Más que ver, observar. Estudiar la estructura, los recursos narrativos utilizados, el manejo de los diferentes elementos del lenguaje.

Para escribir literatura es fundamental leer activamente todos los géneros, pero especialmente aquellos que más te identifican. La literatura fantástica, tan en boga hoy por hoy con su bagaje de magos, hadas, duendes y otras criaturas mitológicas, es uno de los géneros en los que no me atrevo ni me interesa incursionar, ya que no lo consumo.

Prefiero una historia más o menos realista, con un buen desarrollo de los personajes y su evolución a través de la historia. Sin embargo, mi género preferido es sin lugar a dudas la ciencia ficción. Pero no la mera aventura espacial, con grandes batallas en el espacio, historias llenas de héroes y mártires, proyecciones en el futuro de las clásicas aventuras del viejo y lejano oeste norteamericano.

Historias inteligentes, con un sesudo análisis de la evolución sociológica de la humanidad. No meras especulaciones sobre los avances tecnológicos, que por supuesto son parte ineludible en este tipo de literatura. Y aquí es donde entra el que para mí es el gran maestro de la ciencia ficción y uno de mis autores preferidos: Isaac Asimov. He leído y releído sus historias, algunas muchas veces, tratando de analizar los recursos que este notable escritor utiliza. Y no queda solo en la ciencia ficción. Los relatos de los viudos negros son excelentes cuentos cortos en clave detectivesca, alejadas por tanto de su más conocida producción. Pero me estoy desviando del tema.

En "Los límites de la fundación", por poner de ejemplo, va desarrollando varias historias paralelas que confluyen hacia el final de la novela. Durante los distintos capítulos va saltando, no de manera caprichosa, entre una y otra historia , brindando información parcial, avanzando en forma continua y provocando en el lector la ansiedad por retomar el hilo narrativo anterior. Usa mucho los diálogos para brindar información tanto de las motivaciones de los personajes como de sus diferentes historias, o para explicar aspectos de la trama a través de los mismos. Creo que eso hace muy dinámica su narrativa. 

En "El fin de la eternidad" va y viene en el tiempo de la historia dando pistas continuas pero parciales. En parte, para justificar las acciones y la psicología de los diferentes personajes, especialmente de su principal protagonista. Además de una aventura con un ritmo que invita a seguir leyendo, profundiza bastante en la humanidad de sus personajes, que se nos presentan como seres tan reales como nosotros mismos. Ojalá un día sea capaz de escribir personajes así.

No todo lo que Asimov hace lo aplico a mi escritura. Por ejemplo, cada personaje que aparece es descrito físicamente, algo que hoy no se recomienda tanto salvo que sea muy necesario para entender la historia. En el caso anterior sí lo es, ya que el personaje se da cuenta de su fealdad cuando se enamora de una mujer demasiado hermosa y por eso mismo desconfía de los sentimientos de ella, víctima de su propia inseguridad. Y en varios de los personajes secundarios el aspecto físico se torna muy relevante.

Leer para escribir no es fácil. Uno se deja llevar por las historias y el análisis es posible recién en segundas o terceras lecturas. Creo que de todas maneras y aunque no seamos conscientes de ello, las lecturas que hacemos van permeando en nosotros y alimentan nuestro estilo literario cada día. Por eso es importante leer todos los días, porque además nos ayuda a mejorar nuestra ortografía y ampliar nuestro vocabulario en alianza con un buen diccionario o la búsqueda en línea.Además de ser una actividad muy gratificante que nos alimenta el alma y amplia nuestros horizontes.

lunes, 3 de febrero de 2025

Ejercicios de escritura 2- El as en la manga

 Este texto también forma parte de los retos de escritura del blog de literautas https://www.literautas.com/ 

En esta ocasión el desafío consistía en escribir un relato con el título "un as en la manga" y como reto opcional debería aparecer un personaje que se hiciera famoso de golpe. El límite máximo era de 750 palabras, y son exactamente las que tiene el presente relato.

Espero que lo disfruten y se se animan, dejen un comentario. 



Javier García nació con dos habilidades que poca gente tiene: oído absoluto y una voz  potente y suave, ideal para cantar. Además de una belleza física que provocaba suspiros de las muchachas hasta que empezaban a hablar con él. Sin embargo, nunca tuvo ni la constancia ni las ganas de trabajar para aprovechar estos tres regalos de la naturaleza. Ya desde muy chico, se acostumbró a los aplausos y los constantes elogios de sus familiares y compañeros de estudio. Cualquier instrumento musical que llegaba a sus manos era un poco tiempo un juguete que le aburría. Sus padres trataron de incentivar sus estudios de música, pero como todo le salía fácil nunca se preocupó por estudiar. Pensaba que con su talento natural sería más que suficiente para seguir alimentando su ego con vítores y aplausos. 
Su hermana menor era todo lo contrario a él. Sin esas habilidades naturales, debió esforzarse mucho para hacerse un camino en la música. Con mucha constancia consiguió convertirse en una estupenda vocalista, trabajando su voz día tras día. Aprendió a tocar la guitarra sin llegar a destacarse demasiado, pero su técnica vocal le fue abriendo puertas poco a poco. No le interesaba la fama. Sólo quería compartir su arte con la gente y con un grupo de amigas formaron un coro para hacer covers en fiestas y pequeños eventos. Con los años llegarían a hacerse un nombre en la escena musical local, hasta hacer un recital completo ellas solas.
Javier formó parte de varias bandas menores, pero pronto se aburrió y salió a buscar la fama por su cuenta. Llegó a probarse en una agrupación bastante conocida.  Sus compañeros quedaron fascinados por la potencia de su voz durante la prueba. El manager de la misma estuvo de acuerdo, pero le mandó con un profesor de técnica vocal. Nunca fue, considerando que su talento no necesitaba ser corregido. Casi nunca iba a los ensayos y cuando lo hacía era para criticar a sus compañeros. No llegó a debutar.  Furioso, les gritó que no entendía « como una manga de fracasados como ustedes grabó tres discos ».
Decidió probar suerte en el cine, pese a no tener formación actoral, pensando que con su voz y su facha era más que suficiente. Siempre se iba de los casting furioso, relajando a todos y pronto ya no lo dejaron entrar a ninguno.
No entendía cómo los demás no eran capaces de apreciar su talento. Merecía ser famoso, no cómo su mediocre hermana , avanzando paso a paso. Tenía que ser de un día para el otro, sus dones naturales deberían ser más que suficientes para eso. La fama era su obsesión y él culpaba a la mala suerte de no alcanzarla. 
Su padre enfermó y la situación económica familiar se complicó. Su madre le dijo que no podía seguir jugando al artista, que debía colaborar con su familia. Treinta años ya no era edad para «seguir bobeando y viviendo de tus padres».
Ella le dio una tarjeta de un mago bastante famoso que en un par de años se retiraba y andaba buscando un aprendiz. No le alegró la idea, pero fue igual. Le resultó fácil aprender todos sus trucos y dos meses después le sustituyó en una fiesta infantil. Fue todo un éxito. 
Ya se creía mejor que su maestro y decidió que se quedaría con su lugar y su hermosa ayudante.
Una semana antes de una importante actuación, empujó al mago por un balcón del hotel donde se alojaban haciéndolo pasar por accidente. No murió, pero se quebró una pierna en tres partes y Javier vio su nombre en letras luminosas al frente del teatro.
—Sé lo que hiciste—le dijo el mago—. Vas a lograr la fama, pero no como tú crees.
—Saber y no poder probar, ¿de que sirve? —ironizó Javier.
—Un mago siempre tiene un as en la manga. No lo olvides. Siempre.
Llegó el día. Periodistas de todo el mundo cubrían el debut del mago Javier, que se puso el frac de su maestro, pese a la advertencia de su ayudante de que era una falta de respeto.
Al otro día fue noticia en todos los portales. Cómo el as de la manga se le había enterrado en el cuello cortando su yugular , nadie era capaz de explicarlo. Cómo todos aplaudían mientras se desangraba creyendo que era parte del espectáculo , tampoco. Y mucho menos, entender la estúpida sonrisa de Javier, famoso al fin por su inédita forma de morir.

martes, 28 de enero de 2025

Aprendiendo el oficio 1

 Muchas veces hemos hablado entre amigos y conocidos sobre ser autodidactas. En cualquier oficio, aprender sus técnicas y secretos sin un maestro tiene sus pros y sus contras. De los segundos no voy a hablar ahora. Entre los primeros , marcaría el hecho de no caer en ser excesivamente reglamentarista. Debo reconocer que es bueno conocer las reglas para poder romperlas o usarlas tal cual, pero el exceso de celo puede llevarnos a  obtener resultados demasiado rígidos, perfectos desde el punto de vista formal pero carentes de alma. Por supuesto que hablamos de actividades creativas, donde la libertad es muy importante. 

En este oficio de escribir, por encima de lo obvio que supone la enseñanza de nuestras maestras/os y profesores en el conocimiento del idioma y sus estructuras, hay muchos recursos que, o usamos en forma intuitiva sin saberlo o debemos aprenderlos de manera formal en cursos o talleres.

Podemos usar las diferentes figuras literarias de forma correcta, como por ejemplo la metáfora o el hipérbaton, aún sin conocer sus nombres ni qué son. ¿Cómo? Aprendiendo por la experiencia de leerlas en algún texto. Leer es fundamental para aprender y ejercer este difícil y sin embargo maravilloso arte. Una fuente continua de enseñanza e inspiración.

Cuando yo empecé a formarme por mi cuenta, ya que no podía pagar un taller ni concurrir por la cantidad de horas que debía trabajar, las opciones no eran tantas como ahora. No tenía computadora, mucho menos acceso a Internet salvo que fuera a un cibercafé y conseguir textos especializados era bastante oneroso. 

Por suerte, por aquellos años(los 90), la editorial Salvat puso a la venta una obra en fascículos semanales llamada "Taller de escritura" a un precio bastante accesible. Con mucha ilusión esperaba cada viernes la llegada de un nuevo ejemplar de la colección que, luego de 60 semanas , pude completar. En cada uno, luego de la sección de teoría y ejemplos de escritores consagrados, venía lo más interesante: los ejercicios del así llamado "taller de textos", donde mediante diferentes propuestas se podía poner en práctica lo aprendido en la parte teórica.

Abordaba así de forma práctica la escritura de cuentos, novelas, guiones tanto de cine como de radio y televisión, notas periodísticas , poesía en todas sus variantes, los diferentes géneros de la narrativa (terror, realismo mágico, ciencia ficción, romance, aventura, etc). Pero no se limitaba a eso.

Los secretos y recursos de la creatividad, abarcaban una sección propio de casi seiscientas páginas donde se exploraban las distintas formas de encontrar ideas para escribir, con técnicas y ejercicios muy variados e inspiradores. Una de mis partes favoritas, además de "Leer para escribir", donde se proponían lecturas útiles para ampliar nuestro conocimiento y expandir nuestra mente y vocabulario.

Aún las conservo, encuadernadas de manera casera y muy rústica, y la humedad las ha deteriorado bastante, echando a perder algunas páginas y degradando otras. A veces recurro a aquellos ejercicios cuando la inspiración escasea. Por razones de derechos de autor no puedo compartir la obra por aquí, pero si algunos ejercicios propuestos que se que son usados por otros talleres. Eso será a partir del próximo post.